Desde sus inicios, la marca ha sido el objeto identificador para las empresas, la esencia de ella. Actualmente, el debate radica en la cantidad necesaria para invertir en la marca o en otros aspectos también importantes, como la digitalización o la innovación.
Siempre se ha comentado que la gestión de marca también tiene mucha importancia a largo plazo, ya que se dice que la marca debe perdurar en el tiempo. Sin embargo, estudios recientes han reflejado que invertir en marca también generan impacto en los resultados empresariales a corto plazo.
Va mucho más allá de lo que muchos piensan, construir una marca es también conseguir que los empleados la tengan como orgullo y que los clientes la identifiquen como un sello de garantía.
El objetivo de estos estudios era analizar e identificar la orientación de marca. Para ello, en primer lugar, tendrían que encontrar los indicadores que marcaban la diferencia y, en segundo, identificar los distintos perfiles y su comportamiento. Por último, desarrollaron un índice que evaluaba la orientación a marca de las empresas.
Los resultados fueron muy contundentes. Se demostró una correlación directa entre orientación a marca y desempeño empresarial, visible de forma clara en la facturación, rentabilidad, crecimiento y creación de empleo. En resumidas cuentas, invertir en marca es una forma más de inversión con la que podemos obtener resultados favorables para nuestra empresa expresados tanto de manera económica como a nivel de imagen corporativa.
Cuando la marca es un componente esencial del poder empresarial, la empresa tiene cultura de marca. La cultura de marca es un marco de actuación común por el que todo el equipo, desde el consejo de administración y la familia, pasando por el primer ejecutivo y todos los empleados que forma parte de la empresa, es capaz de actuar y sentir de la misma manera hasta reflejar los valores de la compañía.
La marca se construye desde dentro hacia fuera.
En la actualidad, las empresas deben pasar de los buenos propósitos a las buenas acciones. Sin embargo, antes de actuar hay que definir con rigor la esencia estratégica de marca, ya que es la base que permitirá enfocar todas las acciones posteriores, y para ello, es fundamental que la alta dirección crea en la marca y se comprometa con ella.
¿Quieres comenzar a orientar tu empresa a marca? Un buen paso es crear tu propia identidad corporativa. Si no sabes por donde empezar, en inventtate lo hacemos por ti.