Las historias han marcado nuestras vidas desde siempre. Tradicionalmente aprendemos con relatos de nuestros abuelos y abuelas, con los cuentos que nos leen de pequeños, con los libros que estudiamos o las películas que vemos. Todo cuenta una historia única y diferente que nos marca de algún modo. El marketing no se queda atrás y recurre a esta tradición narrativa para cumplir sus objetivos. Así nació el storytelling.
Esta estrategia de marketing de contenido consiste en utilizar una historia real o ficticia para conectar emocionalmente con el público. La comunicación es muy importante para conseguir llegar a la audiencia. Si se le presta atención y se diseña y planifica correctamente puede dar resultados muy positivos para la marca. Algunas empresas de las más conocidas como Ikea, Coca Cola o Facebook recurren al storytelling continuamente. En este post queremos enseñarte como implementar correctamente esta estrategia en tu negocio.
Conoce a tu público
Uno de los aspectos más importantes es diseñar la campaña según la población a la que vaya dirigida. El interés hacia una historia puede variar según la audiencia ante la que se presente. También será clave cómo se formule: el lenguaje que se utilice, las imágenes a las que se recurra, su adaptación a la diversidad, etc. Son muchos los detalles que hacen que una campaña de storytelling triunfe. Por esto, es esencial que conozcas a tu público antes de planificar tu historia.
Otra de las cuestiones que debes plantearte antes de llevarla a cabo es qué medio es el mejor para hacerlo. Si prefieres que solo sea audio, que haya imágenes o vídeos, si quieres que se publique en televisión, en radio o en cualquier otro formato, etc. Lo importante es encontrar la forma más efectiva de llegar a tu público objetivo.
Capta su atención
La base de todo storytelling es la emoción. Para conseguir conectar con la audiencia es indispensable que se genere en ella alguna emoción. Puede ser felicidad, tristeza, nostalgia, enfado o cualquier otra. Lo importante es hacer que el espectador se sienta parte de la historia. Sin embargo, no solo cuentan los recursos emocionales. También debes cumplir con las fases propias de toda narración: planteamiento, nudo y desenlace. Estas no tienen que seguir un orden concreto, pero si tener un sentido y una coherencia que permita que el usuario entienda los hechos.
Una vez que has conseguido cumplir con estos requisitos, tienes que buscar el papel de la marca en la historia. No es necesario que esté presente durante toda la narración, pero sí debe tener un papel importante. Una de las posibilidades más recurrentes y que mejor funciona es hacer que la marca ayude o acompañe en el desenlace.
Se original
La diferenciación puede ser la clave del éxito. Contar una historia que ya se ha contado con otros personajes o imágenes no va a impactar igual. La idea es encontrar algo que haga único a tu negocio y que pueda hilarse con la historia. ¡Se original y acertarás!
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